La Columna de El Sol* Enroque millonario

Sin escrúpulos, ética y remordimiento alguno, autoridades municipales y funcionarios actuales se reparten obras en el municipio de Bacalar, realizan enroques millonarios con obra pública, en un claro tráfico de influencias.
Minuciosa investigación de Sol Quintana Roo, dio como resultado que presidentes municipales, regidores y funcionarios del actual gobierno intercambian “licitaciones” con el objetivo de beneficiarse entre ambos.
Encubiertos en empresas privadas, obtienen millonarios convenios de obras públicas como es el caso de la regidora verdeecolgista Gabriela Santana, quien realiza obras en el municipio de Bacalar bajo el mote de empresa de Guardianes del Muro.
Como se recordará, Sol Quintana Roo, en entregas pasadas dio a conocer una lista de proveedores que le otorgaban servicios al Ayuntamiento de Bacalar, mismas que fueron autorizadas por el presidente municipal Alexander Zetina Aguiluz.
Es decir, entregan obra al mejor postor con intercambios con empresas “amigas” y que otorgan jugosos beneficios a ambas partes. La regidora de Othón P. Blanco, Gabriela Santana, se beneficia con otra pública en el municipio de Bacalar.
Recordemos que se evidenció con documentos en mano las obras públicas millonarias que el ex candidato perdedor a la diputación federal, Luis Torres Llanes, entregó a la empresa de la regidora.
También podemos hablar de Edificaciones Golden de Guillermo Canul Cruz, director de Desarrollo de Infraestructura de la Secretaría de Salud (Sesa), quien no solo tiene obra en Bacalar si no en la IFEQROO.
Por ejemplo, la de Edificaciones Golden fue beneficiada con una obra por 2,478,448 y la de guardianes del muro con 3, una de 2,042,348 otra de 2,052,179 y la ultima de 748,766.
Ambos personajes son dignos de que las autoridades federales y estatales hagan una minuciosa investigación sobre su proceder, pero todo, su actuar en el ejercicio de sus funciones al frente de las diversas instituciones que representan.
Alexander Zetina Aguiluz tendrá tres años más para afinar sus saqueos, puesto que dicho personaje cuenta con varias acusaciones de invasiones de terrenos en el municipio más joven de Quintana Roo.
Bacalar es el municipio más pobre del Estado, y pese a eso, sus autoridades continúan sangrando al máximo su erario público y otorgando “licitaciones” al mejor postor; entregando terrenos a precios irrisorios y dádivas a sus cómplices y “afiliados”.
Es decir, los nuevos funcionarios no han hecho otra cosa que seguir haciendo negocios en los obscurito y dejar mal al “gobierno del cambio”, el cual está obligado a realizar una investigación en su contra con el fin de aclarar el por qué se continúan burlando de los ciudadanos.
A dos años de la transición, y de un grupo de funcionarios que lo único que han hecho durante su gestión es poner piedras e incumplir con las metas del nuevo gobierno, las cosas siguen igual. La falta de empleo es notable, mientras que los funcionarios continúan haciéndose ricos con el dinero del erario público sin que nadie haga algo al respecto.