El perredista Alejandro Castillo Aguilar junto con su esposa, la regidora Candita Kú Loría, han negociado con el presidente Alexander Zetina Aguiluz el allanarle el camino hacia su reelección al proponer un contrincante a modo y fácil de ganar como lo sería Tania Casamadrid en la presente contienda electoral, negociación en la que de acuerdo a una foto que circular en la redes sociales también podía estar involucrado el “joaquinista” Francisco Atondo.
He ahí la razón de la traición de Castillo Aguilar en contra de la coalición que puso a su mujer en el Cabildo de Bacalar, en donde ha pasado de noche, siguiendo la huella de su marido quien como regidor de Othón P. Banco en su momento no hacía más que “grillar” en los cafés de Chetumal, además de su cuestionable actuar al conseguir prebendas y privilegios para sus allegados y para él mismo, por ejemplo viajes a través de VIP Saesa y por supuesto se olvidó del pueblo y hasta de sus propios compañeros de partido al negociar sus propios beneficios con Carlos Mario Villanueva Tenorio, presidente municipal en turno.
Ahora vende la causa perredista al mejor postor a un presidente que se sabe perdido por su actitud arrogante y de dictador que ha ido tomando desde que asumió las riendas del municipio de Bacalar y que la gente lo sabe aunado a que el PRI que le dio el triunfo ya no es el mismo de hace dos años y tampoco cuenta con los recursos que proporcionaba Israel Hernández Radilla, quien también resultó traicionado por el Panal.
Por lo que Alexander Zetina con un profundo temor hacia quienes de verdad representan un riesgo a sus aspiraciones ha hecho mancuerna con Alejandro Castillo quien ha dejado claro que trabaja para su propia causa más ahora al pretender imponer una candidata que no cuenta con el respaldo de los representantes de los partidos que conforman la Coalición “Por México Al Frente”, ni con los recursos humanos ni económicos para afrontar un proceso electoral que de ser elegida, va directo a un rotundo fracaso.