A poco más de un mes de que en Quintana Roo inicie de manera formal el proceso electoral 2017- 2018, en la capital del estado, quienes aspiran a la silla municipal han
comenzado una lucha desenfrenada por quitarse de encima a quien pudiera
representar una verdadera amenaza en las urnas.
Ya sea de su propio partido, de la coalición que los hizo llegar al poder y que quizá repitan en el siguiente proceso o de su mismo equipo de trabajo, lo importante para éstos desesperados es desacreditar, vía las redes sociales, a quien observan tiene posibilidades reales de sumar votos.
Y es que, quienes lo están haciendo, en realidad no tienen un proyecto que los avale y lo hacen solo por el hambre de llegar para ver qué es lo que pueden obtener, claro, saben que el Ayuntamiento está en una seria crisis financiera, que, quien tome las riendas municipales tendrá que trabajar muy duro para poder mantener a flote al otrora boyante municipio capitalino.
Son varios los políticos que poseen la legítima intención de contender por la capital del estado y así lo han manifestado, pero, ¿quién es la persona que tiene un mejor panorama electoral, que garantice, por lo menos, que no es un “busca chambas” tratando de dar continuidad a su labor de exprimir las arcas del erario?
El personaje que hasta ahora ha sido más golpeado mediáticamente con información que sólo trata de confundir a la opinión pública ha sido el diputado local Fernando Zelaya Espinoza, primero le lanzaron una nota en la que de una vez lo sentenciaron, cual si fueran autoridad electoral, de estar imposibilitado para contender por “supuestamente” ser extranjero.
En otro comentario vía redes sociales anunciaron “EXTRAOFICIAL Chino Zelaya no va para candidato a la presidencia de Othón P. Blanco”.
La intención es evidente, sin embargo, pese a los golpes mediáticos el político chetumaleño ha guardado un prudente silencio ante los ataques que solo han significado una muestra de que su labor está rindiendo frutos y que los demás aspirantes lo consideran un rival a vencer.
Lo importante en este asunto, es que la guerra electoral ya comenzó y que el electorado está informado y no se deja llevar por especulaciones mediáticas, pero lo trascendental en la capital de Quintana Roo como en todo el estado, sería que se elevara el nivel de hacer política.
Contra los, alrededor de 24 mil votos ciudadanos, que obtuvo el Chino Zelaya en el pasado proceso electoral en su distrito, de acuerdo con las estadísticas del Instituto Electoral de Quintana Roo (IEQROO), lo que restaría hacer para cualquier aspirante a presidente municipal es trabajar y estar en contacto directo con la población, abanderar sus causas y forjar un proyecto que coadyuve a que Othón P. Blanco salga del bache donde lo dejaron las pasadas administraciones.
POR SERGIO ESPINOZA
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